El Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados lamentó en un comunicado la incapacidad de ese órgano de Naciones Unidas para asumir sus responsabilidades sobre el tema.
El gobierno de Benjamin Netanyahu se aprovecha de esa situación para abusar de nuestro pueblo en Gaza y convertir a esa zona “en una tierra quemada e inhabitable”, subrayó.
Al respecto, condenó la destrucción de hospitales y viviendas, los masivos bombardeos contra civiles y el desplazamiento forzado de la población del enclave.
Denunciamos la convivencia de la comunidad internacional “con estas escenas de genocidio y desplazamiento de nuestro pueblo”, recalcó.
Tal situación constituye una complicidad con este enorme número de violaciones al derecho internacional sin control ni rendición de cuentas para los culpables, estimó.
La Cancillería advirtió que esa crisis provoca la pérdida de la credibilidad de las instituciones internacionales, en especial la ONU.
Instamos al Consejo de Seguridad a implementar su resolución 2735, que estipula un alto el fuego en Gaza, la entrada sin restricciones de la ayuda al territorio y la retirada israelí, señaló.
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