Los barrios de la cabecera provincial y los poblados de mayoría alauí hicieron un llamado a través de las redes sociales sobre la falta de seguridad tras los altos niveles de asesinatos por discriminación, los robos y los actos de vandalismo.
Cientos de jóvenes fueron arrestados y llevados a lugares desconocidos por hombres armados que afirmaban estar afiliados al Departamento de Operaciones Militares, la actual autoridad en el poder.
Algunos señalaron que se produjeron casos de humillaciones y torturas en las calles, especialmente a quienes eran exoficiales del ejército sirio, sin pruebas que demostraran que tenían las manos manchadas de sangre.
Estos hombres armados hablan con tono sectario, golpean a los jóvenes por su afiliación a la secta alauí y amenazan a cualquiera que intente fotografiar o documentar lo que está sucediendo, denunciaron las fuentes.
Estas violaciones coinciden con un corte de Internet en esas áreas en medio de llamados a una intervención rápida antes de que el asunto se convierta en un conflicto armado sectario.
Entre los innumerables incidentes, se menciona el asalto a la casa del cantante sirio Baha Al-Yussef y el asesinato de su tía y hermana a sangre fría, mientras su primo se encuentra en terapia intensiva tras recibir varias puñaladas.
Desde la caída del gobierno de Bashar Al-Assad el día 8 de diciembre pasado, activistas y asociaciones de derechos humanos publicaron vídeos y testimonios que muestran brutales violaciones contra la minoría musulmana alauí, que conforma el 11 por ciento de la población de Siria.
Estos actos de violencia se registraron principalmente en las provincias costeras de Latakia y Tartus, y en la gobernación de Homs en el centro del país.
No se ha emitido ninguna aclaración oficial sobre los responsables de estas acciones y cuál es el destino de las personas buscadas que han sido arrestadas.
Siria es un país con una gran diversidad religiosa y étnica, y fue considerado históricamente un mosaico de múltiples colores y la convivencia matizó su tejido social.
La nación, con una superficie superior a los 180 mil kilómetros cuadrados, constituye una mezcla compleja de grupos étnicos que viven en diferentes regiones.
La guerra que asola la nación desde 2011 ha puesto en peligro esta convivencia entre los espectros de la sociedad siria, en medio de llamamientos a conservar esta multiplicidad.
rc/fm