Del 24 al 30 de este mes de enero, los estadios Nacional Soberanía, Rigoberto López Pérez y Roberto Clemente se convertirán en los epicentros de un torneo que promete dejar huellas en la región, con la participación de los clubes campeones de las ligas nacionales del país sede, Cuba, Panamá, Colombia, Curazao y Argentina.
El Estadio Nacional Soberanía, antes conocido como Dennis Martínez, será el corazón de esta fiesta deportiva. Con una capacidad para más de 15 mil aficionados, este coloso capitalino es la representación moderna del béisbol nicaragüense y su infraestructura de primer nivel lo convierte en el lugar ideal para recibir a equipos y fanáticos de toda la región.
En la ciudad de León, la pasión por el béisbol se vive de manera única, y el Estadio Rigoberto López Pérez, con capacidad para ocho mil espectadores, será testigo de encuentros cargados de emoción.
Este recinto, nombrado en honor al héroe nacional, combina tradición y modernidad, ofreciendo un entorno vibrante que resalta el vínculo entre la ciudad y el deporte.
Por su parte, el Estadio Roberto Clemente, ubicado en la colorida ciudad de Masaya, aportará una experiencia íntima y especial. Con espacio para unos seis mil fanáticos, este recinto no solo es un homenaje a uno de los grandes del béisbol mundial, sino también un reflejo de la calidez y hospitalidad que caracterizan al país.
Con una rica historia en este deporte y una afición que lo vive con intensidad, Nicaragua se posiciona como una sede ideal para este evento inaugural. La Serie de las Américas no solo será una oportunidad para mostrar su capacidad organizativa, sino también para destacar como un país que respira béisbol en cada rincón.
Desde la calidez de sus fanáticos hasta la calidad de sus instalaciones, todo está listo para recibir a jugadores, entrenadores y aficionados de diversas latitudes.
Este evento, auspiciado por la recién creada Asociación de Béisbol de las Américas, es una declaración de inclusión y desarrollo para el béisbol en el área. El nuevo certamen ofrece un espacio para que los países que no participan en la Serie del Caribe puedan demostrar su talento, reforzar sus tradiciones y fomentar lazos culturales y deportivos.
Con esta iniciativa, Nicaragua no solo se consolida como un referente en la organización de eventos deportivos internacionales, sino que también da un paso adelante en la promoción del béisbol como una herramienta de integración y desarrollo.
La Serie de las Américas no podría tener un mejor comienzo. Tres estadios emblemáticos, una afición apasionada y un país dispuesto a demostrar su amor por el béisbol se combinan para dar vida a un torneo que aspira a convertirse en una tradición regional.
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