Esto ocurre mientras las demás divisas principales siguen cerca de mínimos de varios meses tras sólidos datos en Estados Unidos que provocaron un alza del rendimiento de los bonos y redujeron algunas apuestas sobre recortes de tasas de interés de la Reserva Federal (Fed).
Datos mostraron que las ofertas de empleo en Estados Unidos aumentaron de forma inesperada en noviembre pasado, y los despidos fueron bajos, mientras que una encuesta separada mostró que la actividad del sector de los servicios se aceleró en diciembre.
Ello apuntó a una medida de los precios de los insumos que alcanzó un máximo de dos años, una posible advertencia de inflación.
Por tanto, el índice dólar subió 0,15 por ciento, a 108,86 unidades, cerca del máximo de dos años de 109,58 tocado la semana pasada, pero otras divisas tenían dificultades.
El yen cotizó a 158,13 unidades frente al dólar, cerca del nivel de 160 que provocó la intervención el año pasado y tras alcanzar las 158,42 durante la noche, su cota más baja frente a su par estadounidense en casi seis meses.
Por su parte, el euro bajó 0,16 por ciento, a 1,0323 dólares, después de tocar 1,0224 dólares la semana pasada, su mínimo en dos años, y la libra esterlina cedió 0,24 por ciento a 1,2458 dólares.
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