«Fueron días duros, negociaciones y peleas bien fuertes», dijo el mandatario este jueves al recordar los hechos de aquel día, cuando decidió decretar la existencia de un conflicto armado interno para enfrentar al crimen organizado tras ese y otros hechos violentos.
«Iniciar un mandato declarando la guerra no es fácil», agregó el gobernante que recorrió el canal acompañado del ministro de Transporte y Obras Públicas, Roberto Luque, y el exsecretario de Comunicación de la Presidencia, Roberto Izurieta.
En su visita, Noboa y su comitiva fueron recibidos por trabajadores del medio de comunicación, quienes recordaron cómo los hombres encapuchados irrumpieron fuertemente armados en plena transmisión de un programa y convirtieron en rehenes a periodistas y personal técnico.
Los 13 sujetos detenidos por ese caso, de la banda delincuencial Los Tiguerones, fueron acusados por terrorismo, 11 de ellos recibieron una pena de 13 años de prisión y los otros dos, por ser menores de edad, recibieron una sentencia de ocho años de aislamiento.
La única persona que aún no ha sido procesada es el líder de la pandilla, conocido como Negro Willy, que fue detenido en España y está a a espera de ser extraditado.
La declaratoria de conflicto armado interno, con la cual el obierno ampara la actuación de militares en operativos de seguridad interna y los constantes estados de excepción, ha sido cuestionada por activistas y defensores de derechos humanos que consideran la decisión un fracaso.
«Los actores, en este caso, las Fuerzas Armadas no están preparadas para dar seguridad civil, ellos están entrenados para el combate y la aniquilación del enemigo», comentó a Radio Pichincha la abogada Amanda Mosquera, de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh).
Por otro lado, la Corte Constitucional le ha dicho al Ejecutivo que necesita aún justificar la configuración de un conflicto armado interno en Ecuador.
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