La investidura del jefe de Estado, en su tercer mandato, estará acompañada por miles de venezolanos, quienes desde la víspera se manifestaron en calles y avenidas en una Gran Marcha por la Paz y la Alegría.
Ayer también el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno, fue tomado por la juventud para realizar actividades recreativas y deportivas, mientras cientos de motorizados se desplegaron por las principales arterias capitalinas y de otros estados para garantizar la tranquilidad, junto a militares y fuerzas de seguridad.
Este 10 de enero es calificado aquí por muchos como día histórico para el país, luego que el vicepresidente del Partido socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, considerara la víspera de victoria popular lo ocurrido en las calles, con la escasa presencia de seguidores a la convocatoria opositora.
“Obtuvimos una gran victoria popular por la paz, la democracia, por la Revolución y por el socialismo”, aseguró el dirigente político ante una inmensa multitud de pueblo.
Venezuela es libre, soberana e independiente y ahora vamos por más Poder Popular para entregar al pueblo todo el poder y sea él el que tome las decisiones, aseveró.
Cabelló se refirió a la propuesta de Plan de Gobierno de las Siete Transformaciones.net, con la cual Maduro se propone avanzar en el sexenio en la consolidación de la Revolución hacia el socialismo del siglo XXI para la construcción de una nueva República Bolivariana.
En esa dirección el Presidente anunció que el primer decreto a firmar, una vez sea juramentado, será el de constituir “una amplia comisión nacional e internacional” para ir a una gran reforma constitucional, con debate y diálogo de todos los sectores políticos, sociales, culturales y económicos del país.
La Asamblea Nacional será el epicentro de ese gran debate para llegar y mover las fibras democráticas y adelantó que el objetivo de la reforma definirá con claridad el modelo de desarrollo venezolano para los próximos 30 años y “democratizar hasta el infinito la vida política y social” del país.
Se trata, subrayó, de transformar el Estado en uno verdaderamente democrático “de la gente, para la gente y con la gente, del pueblo, para el pueblo y con el pueblo”.
La toma de posesión del jefe de Estado bolivariano estará acompañada por la solidaridad de más de dos mil representantes de gobiernos y movimientos sociales de más de un centenar de países, así como de organizaciones internacionales como el Foro de Sao Paulo y la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
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