Al decir del mandatario, en su país no hay sitio para estos actos de odio pues Australia es una nación multicultural.
El hecho ocurrido esta madrugada en la sinagoga de Allawah se suma a una serie de acciones contra la comunidad judía aquí en los últimos meses.
A principios de diciembre, individuos enmascarados incendiaron una sinagoga de la ciudad de Melbourne, en el sur del país, con personas adentro, y fue necesario contar con 60 efectivos del cuerpo de bomberos para controlar las llamas.
Como resultado del siniestro, dos australianos sufrieron heridas y el edificio quedó destruido.
Por su parte, el Centro de Diputados Judíos de Nueva Gales del Sur, donde está emplazada Sídney, demandó este viernes aplicar las leyes de forma más efectiva para abordar las expresiones de odio y la incitación a la violencia.
La entidad aseguró que nadie debería vivir con miedo ante los delitos antisemitas.
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