“Junto con la comunidad internacional, siempre queremos que los dos países tomen medidas positivas para normalizar sus relaciones”, respondió a Prensa Latina la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Vietnam, Pham Thu Hang.

Según la vocera, eso incluye que Estados Unidos elimine a Cuba de la mencionada lista y ponga fin por completo a los embargos contra la isla, en correspondencia con el espíritu de las resoluciones pertinentes adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas y por los legítimos derechos del pueblo cubano.

Con anterioridad, la nación indochina acogió con agrado la decisión del Gobierno estadounidense de eliminar a Cuba de la espuria relación de países presuntamente patrocinadores del terrorismo, aprobada por el entonces presidente Joe Biden el pasado 14 de enero, una semana antes de finalizar su mandato.

La postura constante de Vietnam, dijo entonces Thu Hang, es apoyar firmemente los esfuerzos para normalizar los nexos entre Cuba y Estados Unidos, incluido el fin total de las medidas de embargo contra la isla, en el espíritu de las resoluciones pertinentes de la Asamblea General de la ONU.

El lunes último, al tomar posesión para un segundo mandato como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, revocó la orden dictada apenas seis días por su antecesor, lo que fue catalogado por el jefe de Estado cubano, Miguel Díaz-Canel, como un acto de arrogancia y desprecio, que no sorprende y tiene fines de dominación.

A través de la red social X, Díaz-Canel denunció entonces que semejante acción constituía además una burla y abuso que confirma el descrédito de los listados y mecanismos unilaterales de coerción del gobierno de Estados Unidos.

En la propia plataforma el canciller cubano, Bruno Rodríguez, calificó esa y las demás medidas adoptadas por Washington como “medievales y de retroceso civilizatorio”.

Ebrio de arrogancia, el presidente Trump decide sin razones que Cuba patrocina el terrorismo. Sabe que miente. Su empeño es incrementar el castigo y la guerra económica contra las familias cubanas, escribió el jefe de la diplomacia cubana.

Mientras, en una declaración el Gobierno cubano señaló que el nuevo acto de agresión del gobierno de Estados Unidos “muestra, una vez más, el objetivo verdadero, cruel, despiadado de estas y tantas otras medidas de cerco y asfixia, que con fines de dominación se aplican contra Cuba”.

Constituye, subrayó el texto, la reacción de impotencia frente a la incapacidad de doblegar nuestra voluntad y ante el respeto, simpatía y apoyo que concita la Revolución cubana entre los pueblos del mundo.

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