En un escenario caracterizado por sacudidas sísmicas en las últimas semanas en el occidente y oriente del país, el Ministerio de Medio Ambiente Y Recursos Naturales (MARN) no descarta que se generen sismos de igual o mayor magnitud a los ocurridos hasta esta semana en Juayúa.

En esa demarcación del departamento de Sonsonate, en el occidente, se reportan ya 435 réplicas originadas desde el 1 de febrero hasta las 14:00, hora local, del miércoles.

En la jornada luctuosa también se le da seguimiento a la actividad sísmica en el distrito de Conchagua, en La Unión, en el oriente del país, con 216 réplicas desde el 5 de febrero hasta la 14:00 de este miércoles. Dichas réplicas alcanzan magnitudes entre 2.2 y 4.0 grados en la escala de Richter, de las cuales 16 fueron percibidas por la población.

En esa misma zona se produjo un enjambre sísmico entre el domingo 8 de diciembre de 2024 y principios de enero, con registro de más de mil 500 temblores.

La víspera MARN reportó un sismo de magnitud 3.8 en el distrito de San Vicente, en San Vicente Sur, como un anticipo de la infausta jornada.

En El Salvador ocurren 10 sismos diarios y un terremoto de consideración cada una década, algo que ya forma parte de la vida de los salvadoreños.

La principal actividad sísmica del país se concentra en la cadena volcánica y frente a la costa, pues la placa de Cocos se sumerge entre seis y siete centímetros cada año, lo cual provoca temblores, especialmente en las zonas paracentral y occidental del país.

Hoy familiares de las víctimas y vecinos en Santa Tecla, La Libertad Sur, recuerdan el terremoto del 13 de febrero de 2001 que dejó más de 900 fallecidos, cinco mil 565 lesionados y un total de 43 mil 699 damnificados.

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