“Reiteramos al gobierno de Estados Unidos la disposición a mantener el diálogo en asuntos migratorios y de aplicación de la ley, que incluyen la cooperación en la prevención y persecución de estos crímenes, del terrorismo y el narcotráfico”, subrayó el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.
Al intervenir este sábado en el encuentro, que sesiona en la Casa Amarilla de la Cancillería, el alto diplomático mencionó también el enfrentamiento a los delitos asociados a la emigración, contenidos en la trata de personas y el tráfico ilegal de migrantes.
Rodríguez denunció que las deportaciones masivas implementadas por la administración estadounidense “constituyen una violación fragante” y sistemática de los derechos humanos y las normas internacionales establecidas y censuró que “sean utilizadas como arma de chantaje y presión política”.
Al referirse al envío de migrantes al territorio de la ilegal base naval de Guantánamo, el ministro del Exterior de la isla lo calificó de “acto brutal e ilegal” que amenaza no solo la paz de Cuba, sino de toda la región latinoamericana y caribeña.
Consideró, asimismo, que deportar migrantes sin juicio a terceros países, como ocurrió con los venezolanos, es un “acto atroz, cruel, denigrante e inhumano”.
El titular atribuyó al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ser hoy el principal responsable y promotor de la persecución de los cubanos residentes o temporales en ese país, incluidos muchos de los que entraron de manera regular.
La migración cubana, subrayó, es económica como consecuencia de la política de bloqueo y la inclusión de La Habana en la espuria lista de supuestos países patrocinadores del terrorismo, cuyo impacto “es devastador”, afirmó.
Señaló que Estados Unidos ha inducido la migración y les ha otorgado la condición de refugiados a personas que salieron de manera regular y pasajes a aéreos y son “los únicos perseguidos políticos que actúan así y ahora son víctimas de quienes los acogieron y los amenazan sin piedad”.
Rodríguez manifestó que los políticos estadounidenses ni el Secretario de Estado no nacieron en Cuba ni han visitado el país, pero “han lucrado con la nación cubana”.
“Hipócritas y cínicos, no defienden ni a los que votaron por ustedes, no sigan simulando ni mintiendo por las familias separadas”, remarcó.
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