Según un comunicado oficial, con el préstamo el Ejecutivo ecuatoriano señaló que pretende realizar construcciones, reestructuraciones y adecuaciones en la infraestructura de centros de enseñanza.
Además, con esos fondos aseguran que impulsarán “programas de red de ambientes de lectura en la ruralidad, prevención y abordaje de riesgos psicosociales en el entorno educativo, y transformaciones en la etapa inicial escolar”.
El ministro de Economía y Finanzas, Luis Alberto Jaramillo, citado en la nota, manifestó que el crédito “es una muestra clara de que la comunidad internacional confía en el manejo económico y en la política social del Gobierno”.
Para la ministra de Educación, Alegría Crespo, el financiamiento “es la base sobre la cual seguiremos transformando al Sistema de Educación del Ecuador, que prepare a las nuevas generaciones en los desafíos del siglo XXI”.
El Banco Mundial es uno de los principales financistas de esta nación andina, que ya cuenta con otros créditos millonarios con organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI), principal acreedor al cual habrá que pagarle casi cinco mil millones entre 2026 y 2029.
Por tanto, el próximo gobierno de Ecuador heredará una de las mayores cargas financieras de los últimos años en medio de una crisis económica advertida por analistas y por los propios organismos internacionales.
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