La alerta, emitida por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), hace aún más peligrosa la incursión furtiva de visitantes ilegales, tras el cierre oficial de esas áreas a causa del creciente aumento de la actividad explosiva, que comprende rocas incandescentes expulsadas desde el cráter de esa formación geológica en la norteña provincia de Alajuela, añadió Teletica.com.
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori) informó que el volcán continúa en un período de intensa actividad eruptiva agravada en los últimos días, por lo que los expertos mantienen sobre ello un monitoreo constante, añadió la televisora.
Reportes de las últimas horas advierten sobre “otra reciente erupción con una columna de gases y cenizas que subió hasta uno 400 metros”, además de que “los vientos del noroeste podrían transportar la ceniza hacia el sureste del volcán”.
«La amplitud del tremor (temblor) sísmico -precisa Ovsicori- es variable, mientras el satélite europeo Sentinel detectó el 30 de marzo una masa alrededor del cráter de dos mil 200 toneladas de dióxido de azufre, el valor más alto observado desde el último periodo eruptivo del Poás, entre 2017 y 2019».
El ente científico advirtió que el edificio volcánico se está inflando por la presión de fluidos magmáticos contra las paredes del volcán, lo cual indica que la actividad podría continuar en el Poás, en erupción casi continua desde el 23 de marzo.
Estos 10 días consecutivos de actividad volcánica comprenden proyecciones balísticas esporádicas de rocas con temperaturas de unos 300 grados centígrados, que, «por suerte», comentan los especialistas, caen dentro del cráter.
La CNE reiteró ante esa circunstancia su llamado a la población para evitar acercarse a las márgenes del Desagüe y el Agrio, y abstenerse de usar sus aguas para consumo humano o animal, al representar un riesgo para la salud dicha contaminación con ceniza y ácidos volcánicos.
Las autoridades instan a la ciudadanía a seguir informándose a través de los medios oficiales y a acatar las recomendaciones para minimizar riesgos ante la actividad del volcán.
La CNE declaró hace varios días una alerta naranja para el Parque Nacional del volcán y el distrito de Toro Amarillo, medida que implica una mayor vigilancia y la aplicación de acciones preventivas, mientras la alerta verde se mantiene para Alajuela, Poás, Grecia, Sarchí, Naranjo, Río Cuarto y Zarcero.
El Parque permanece cerrado de manera indefinida por orden del Ministerio de Ambiente y Energía, a fin de resguardar la seguridad de visitantes y comunidades cercanas.
Las alertas en Costa Rica proceden del código del sistema ferroviario de 1985, por lo que la verde significa “información”, la amarilla “preparación”, la naranja “movilización o contención” y la roja “evacuación y respuesta”.
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