Según la comunicación del ente castrense publicada este lunes en su página oficial de Telegram, 13 de los vehículos aéreos no tripulados lanzados por los militares ucranianos, fueron derribados sobre las aguas del mar de Azov, otros cuatro sobre el territorio de la región de Krasnodar, uno sobre el territorio de Briansk y otro sobre la República de Crimea.
El Ministerio no refirió los objetivos de los ataques, a los que calificó de terroristas, y tampoco reportó víctimas ni daños materiales.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tatarstán.
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