En entrevista con la Agencia de Noticias Iraquí, el titular resaltó la sólida relación entre los gobiernos de ambos países, en correspondencia con una larga historia de vínculos fraternales.
Haidar significó el respaldo de Iraq durante la guerra israelí contra Líbano y la aceptación de ciudadanos que se vieron obligados a huir a Bagdad.
En esta ocasión, indicó que la reciente estancia en el país del director de la Seguridad General, Hassan Choucair, tiene como objetivo fortalecer la cooperación y discutir el intercambio de servicios y la importación de petróleo de Iraq.
La autoridad señaló «los resultados positivos respecto a la contribución de Iraq a la mejora del funcionamiento de las centrales eléctricas libanesas y al suministro de combustible a las mismas».
Manifestó que el presidente de la República, Joseph Aoun, anunció una gira regional, una de cuyas prioridades es una visita a Iraq y, en consecuencia, representar a Líbano en la Cumbre Árabe en Bagdad, prevista el 17 de mayo.
El ministro consideró fundamental el apoyo de Bagdad para establecer la seguridad y ayudar a expulsar al enemigo israelí del territorio libanés.
También instó a los hermanos árabes, en particular a los iraquíes, a volver a invertir en Beirut para que Líbano pueda recuperar su liderazgo en la región.
El funcionario mencionó la continuación de los memorandos de entendimiento firmados por el gobierno anterior con el Ministerio de Trabajo iraquí, y la modificación de cualquier enmienda, en coordinación con su homólogo, Ahmed Al-Asadi, con quien dialogará en Egipto la próxima semana.
En este punto, precisó la cuestión de mejorar las oportunidades de los trabajadores libaneses en Iraq y la apertura de nuevas opciones de empleo.
Afirmó que el gobierno intensifica los esfuerzos para atraer a inversores iraquíes, ofrecerles todas las facilidades e iniciar proyectos en Líbano.
Sobre el retraso de obras bilaterales debido a los acontecimientos internos y regionales, detalló que la principal razón para no activar el oleoducto que une Iraq con Trípoli, en el norte de Líbano, es la necesidad de que pase por Siria.
A propósito, el ministro puntualizó que existe una tendencia a modificar la ley, con la esperanza de lograrlo para restaurar proyectos que benefician a Líbano, Iraq y la región.
Explicó que el enemigo israelí no respeta el derecho internacional, y el gobierno libanés da una oportunidad a la diplomacia, «pero la paciencia tiene un límite».
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