De acuerdo con las autoridades del sector, de enero a diciembre este apartado enfrentó numerosas limitaciones debido a los problemas económicos del país y debilidades dentro del Ministerio de Educación Nacional y Formación Profesional.
Los estudiantes experimentaron grandes fracasos en los exámenes, en especial los presentados para el acceder al bachillerato, pues su preparación era insuficiente por la realidad educativa que vive la nación.
Además de las manifestaciones en las calles de los estudiantes, los profesores se declararon en huelga, y entre sus exigencias estaban que se les pagara sus salarios.
Más de 20 mil niños no pudieron regresar a clases el 11 de septiembre debido a la violencia armada, situación que dejó a las escuelas sin cumplir sus funciones, al acoger a un alto número de familias desplazadas, precisó el diario Le National.
A finales de diciembre, los profesores de las distintas escuelas cerradas seguían pidiendo al gobierno que se hiciera cargo de esta situación calificada de caótica, para permitir que los alumnos regresaran a sus aulas y evitar una catástrofe total en el plano educacional de Haití.
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