Así lo confirmó la agencia de noticias Xinhua y agregó en su reporte que ambas partes se concentraron en la aplicación del consenso alcanzado entre los dos jefes de Estado en la reunión de San Francisco, en noviembre pasado.
Esta semana China acusó a Estados Unidos de reprimir de forma injustificada a las empresas nacionales de semiconductores y calificó estos actos como una muestra de intimidación económica.
De acuerdo con la portavoz de la Cancillería Mao Ning, las medidas de control de exportaciones en este sector impuestas por Washington constituyen prácticas discriminatorias y viola el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).
La vocera rechazó de forma enérgica las restricciones a las empresas chinas de equipos de telecomunicaciones por supuestas amenazas a la seguridad de la información en línea.
Washington incluyó a estas compañías en una lista negra que prohibe la entrada de ese tipo de equipamiento en el mercado estadounidense.
La vocera denunció también la presión sobre otras naciones para que repriman a empresas chinas vinculadas al sector, «lo cual no tiene nada que ver con la seguridad y es un típico acto de coerción económica».
Las tensión bilateral por los desacuerdos comerciales fue uno de los principales temas en la mesa de conversación entre los presidentes chino, Xi Jinping y estadounidense, Joe Biden, en noviembre pasado.
Ambos acordaron mantener la comunicación sobre este y otros temas del diferendo entre ambas naciones, como es la cuestión de Taiwán.
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