El encuentro de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas y la Unión de Gremios de Productores (UGP) coincidieron en que existe un alto grado de tensión para suscribir dicho consenso de asociación entre los dos organismos, pendiente desde 2019.
Los comerciantes y productores guaraníes, cuyo Gobierno ocupa la presidencia pro tempore del Mercosur, alertaron que las condiciones de la entidad del Viejo Continente son de difícil aplicación, al pretender frenar las importaciones de productos sin adecuar a sus condiciones de protección del medio ambiente.
Ese esquema de presión de los europeos, que puede afectar a los graneros paraguayos, es una cláusula de bloqueo que la UE impondrá, incluso, a países miembros de la UE, por lo cual, el país debe asumir mediante el Mercosur una postura que rechace esas condiciones, sostienen los hombres de negocio.
Según declaraciones desde Bruselas del jefe de Cooperación de la UE, Matteo Sirtori, el debate sobre el acuerdo entre la organización europea y el Mercosur «sobregira alrededor del llamado Reglamento 1115», el cual, según la UGP, genera confusión y representa una “amenaza” progresiva y a largo plazo para el sector.
Ese documento, vigente desde mayo de 2023 y cuya aplicación será con o sin acuerdo bilateral, limita la comercialización de materias primas y productos relacionados con la deforestación y degradación forestal, dentro del mercado de la UE y en sus exportaciones, explicó el experto a radio Monumental 1080 AM.
“En el debate hay dos o tres temas que generan un poco de confusión entre los países del Mercosur”, insistió Sirtori, y recordó que la UE y el Mercosur cerraron el acuerdo de asociación en 2019 y ahora discuten a nivel técnico para llegar a la firma.
El especialista puntualizó en especial entre esos asuntos sobre el Reglamento 1115, “una ley medioambiental ya aprobada el año pasado, que afectará a las exportaciones de determinadas materias primas y cuya aplicación será en 2025”.
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