En un comunicado publicado en su sitio web, el ente iraní solicitó al organismo rector del fútbol mundial y a los sindicatos un “cese completo” de la Federación israelí de todas las actividades relacionadas con el deporte.
La solicitud también incluye medidas inmediatas y serias por parte de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y las organizaciones para impedir la continuación de los crímenes israelíes, así como proporcionar alimentos, agua potable, medicinas y suministros médicos a personas y civiles inocentes.
Esta postura de Irán acompaña la decisión de un grupo de federaciones de Asia Occidental de aislar a Israel de todas las actividades futbolísticas hasta el cese del genocidio contra el pueblo palestino.
Al menos 12 países, entre ellos, Jordania, Palestina, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, instaron a la FIFA a excluir a Israel de los campeonatos mundiales por las atrocidades y crímenes de guerra en la Franja de Gaza.
El presidente de la Federación de Fútbol de Asia Occidental, Ali bin Al Hussein, alentó a mantener una posición decisiva contra la agresión israelí en Gaza y condenó el asesinato de los civiles inocentes, incluyendo jugadores, entrenadores, árbitros y funcionarios.
A propósito, el también titular jordano denunció la destrucción de la infraestructura de fútbol en territorio palestino.
Mediante una misiva, el directivo regional subrayó que la crisis humanitaria en la Franja de Gaza requiere una respuesta inequívoca y decidida de la comunidad global.
Tras cuatro meses de asesinatos en Gaza, ni los órganos rectores del fútbol europeo ni mundial, la UEFA y la FIFA, condenaron a Israel como hicieron con Rusia, ni suspendieron a los clubes y selecciones nacionales israelíes de sus torneos.
En este contexto, el secretario general de la UEFA, Theodore Theodoridis, reveló que la organización no tenía intenciones de prohibir la participación de Israel, pero mencionó que la junta ejecutiva tomaría una decisión.
De acuerdo con reportes de prensa, las fuerzas israelíes asesinaron a más de 85 atletas palestinos, incluidos 55 jugadores de fútbol y 30 personas que practicaban otras disciplinas desde el 7 de octubre.
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