Por casi un año las historias que llegan de Sudán hablan de muerte, sufrimiento y desesperanza, mientras el descabellado conflicto y las violaciones de los derechos humanos siguen sin que se les vea un fin, afirmó en el texto el comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk.
El pasado 15 de abril el presidente del Consejo Soberano de Transición general Abdel Fattah al Burhan y el jefe de la milicia de Apoyo Rápido (RSF, inglés), Mohamed Hamdan Dagalo, iniciaron una guerra que causó 12 mil muertos, ocho millones de desplazados y la devastación del país.
La pesquisa de la ONU, circulada hoy a los medios aquí, y basada en declaraciones de unos 300 testigos y víctimas, precisa que la mayoría de las 118 violaciones sexuales reportadas fueron cometidas por miembros de la RSF en viviendas e incluso las calles y son equiparables a crímenes de guerra.
Asimismo alude al reclutamiento de niños soldados, práctica condenada por la ONU pero habitual para grupos armados o movimientos liderados por caudillos en busca de beneficios económicos.
El texto subraya que lo peor es que esos abusos continúan en la actualidad y son opacados por las crisis en Ucrania y los ataques masivos israelíes contra los palestinos de la Franja de Gaza.
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