En la plaza Vauban, frente al Palacio de los Inválidos, decenas de campesinos se concentraron con sus tractores, en medio de un amplio despliegue policial, en una protesta pacífica y sin incidentes.
La movilización, que según los sindicatos no será la única este viernes, se produjo en vísperas del comienzo de la edición 60 del Salón de la Agricultura, evento previsto hasta el 3 de marzo en el recinto ferial de la parisina Puerta de Versalles, donde el presidente Emmanuel Macron prevé reunirse con líderes gremiales del sector.
Al llamado de organizaciones como la Coordinación Rural, participantes en la protesta compartieron con la prensa su malestar, su deseo de que se conozcan las reivindicaciones y su voluntad firme de que el gobierno cumpla los anuncios y las promesas ratificados esta semana por el primer ministro Gabriel Attal.
Preocupaciones como el pago de precios justos por sus productos, la jubilación y la protección de la tierra y del medioambiente fueron expresadas aquí, en medio del flujo incesante de personas que apoyan al movimiento y de curiosos sorprendidos por la presencia de las imponentes máquinas de trabajo en plena ciudad.
Los sindicatos consideran que el Salón de la Agricultura representa el momento en el que Macron y su gobierno deben traducir en acciones concretas los tres paquetes de medidas con los que el ejecutivo detuvo a principio de este mes el bloqueo de autopistas con tractores, el cual lo puso en jaque durante la segunda mitad de enero.
Attal señaló el miércoles que la agricultura estará entre los intereses fundamentales de la nación, al nivel de los asuntos de seguridad, y abordó temas como el fortalecimiento de la legislación, la exoneración de cotizaciones, la simplificación de trámites y el combate a la competencia desleal.
No les mentiremos y no les traicionaremos, los agricultores quieren ver para creer, dijo entonces.
Organizaciones como la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores de Francia (Fnsea), la Confederación Campesina y Los Jóvenes Agricultores reconocieron avances, pero advirtieron que es hora de materializar los anuncios y las propuestas.
En ese sentido, insistieron en que el Salón de la Agricultura de París y la presencia en el mismo del jefe del Estado es la ocasión para satisfacer las demandas, o al menos poner en marcha las respuestas.
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