Según Destin, el polvo del Sahara es arrastrado todo el año a través del Atlántico, pero las partículas hacen notar su presencia con más fuerza entre febrero y octubre.
La próxima llegada notable de polvo se pronostica para esta semana, cuando la calidad del aire podría caer a niveles insalubres para los grupos sensibles, afirmó Destin.
Para la mayoría de las personas, el polvo del Sahara significa poco más que picazón en los ojos y estornudos, pero para una pequeña proporción de la población, el contaminante puede ser grave, provocando alergias, así como problemas respiratorios y cardiovasculares.
No obstante, el polvo del Sahara también tiene efectos beneficiosos, pues debilita los ciclones tropicales y contribuye a la fertilización, al ser rico en nutrientes y vegetales.
El peor episodio de este fenómeno ocurrió en junio de 2020, cuando la calidad del aire se desplomó hasta niveles muy insalubres, los peores en al menos 50 años.
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