Según la Agencia Senegalesa (APS), Sall dijo que solo si se llega a un consenso de interés nacional fijaría la fecha de las elecciones pero afirmó que no podrían celebrarse antes del 2 de abril, por lo que la fecha para los comicios sigue abierta.
El mandatario pospuso indefinidamente las elecciones, programadas inicialmente para el 25 de febrero, poco antes del inicio de la campaña electoral y firmó un decreto que anulaba la ley electoral.
Posteriormente, el Parlamento de Senegal aprobó una ley que permitía posponer las elecciones presidenciales para el 15 de diciembre de 2024, luego de excluir a la fuerza a los diputados opositores de la votación.
Por su parte, el Consejo Constitucional anuló después el decreto de Sall y la decisión de la Asamblea Nacional que posponía los comicios.
Hasta el momento, una mayoría de los candidatos opositores han rechazado el diálogo propuesto por Sall sobre la fecha de las elecciones.
El Presidente, que termina ya los dos mandatos permitidos por la Constitución, debería dejar su cargo este 2 de abril.
El aplazamiento provocó protestas en las calles reprimidas con violencia por las fuerzas de Seguridad con un saldo de tres muertos, así como decenas de heridos y detenidos.
Los líderes políticos de la oposición consideraron el aplazamiento como un golpe de Estado constitucional y rechazaron la medida presidencial.
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