Las bandas armadas desde el domingo buscan posesionarse en la zona donde se escuchan intensos tiroteos, y los videos que circulan muestran a los transeúntes corriendo y gritando, las motos y los automóviles a toda velocidad huyendo de las balas perdidas.
También puede verse a la policía abriendo fuego y parapetándose para no ser blanco de los proyectiles de las ametralladoras automáticas de los maleantes.
A los bandidos les fue imposible entrar a la pista, pues el fuego policial les impidió penetrar por una abertura del muro perimetral del aeródromo.
Un puesto de la Policía Nacional de Haití que controla el acceso al aeropuerto fue atacado por una pandilla la víspera, y terminaron prendiéndole fuego.
En ese contexto, el primer ministro de Haití, Ariel Henry sigue varado hoy en Estados Unidos, y sin saber cuándo podrá regresar a casa.
Su llegada sigue siendo una incógnita, hay silencio acerca del tema, al tiempo que se quieren implementar medidas de seguridad para evitar un enfrentamiento entre la seguridad de Henry y los pandilleros que operan en los aeropuertos de Cap Haïtien y Toussaint Louverture.
Varios militantes del partido de oposición radical Pitit Dessalin se concentraron cerca de la terminal aérea de Cap-Haïtien para pedir a los responsables que no reciban a Henry.
El primer ministro llegó a Estados Unidos –recuerda el diario Haití Libre- procedente de su viaje a Kenya, donde firmó un acuerdo de reciprocidad que permite el despliegue de la Misión de Apoyo de la Policía Nacional Haitiana.
Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby declaró que Washington no desplegará tropas en Haití, ni muchos menos proporcionarán un avión militar para escoltar a Henry de regreso a casa.
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