Este es un tema entre China y algunos miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), enfatizó el portavoz de la Cancillería, Wang Wenbin.
El país se adhiere al «principio de manejar adecuadamente las disputas marítimas, incluida la explotación de recursos, con los países directamente involucrados a través de negociaciones y consultas».
El vocero hizo estas declaraciones a propósito de las declaraciones del embajador filipino en Estados Unidos, José Manuel Romualdez, en las que expresó el deseo de Manila de colaborar con Washington, Japón, Australia y otros aliados en el desarrollo de petróleo y gas en el mar Meridional.
Con respecto a este particular, Wang subrayó que «los países relevantes no deben violar la soberanía territorial de China ni socavar los derechos e intereses marítimos de China y mucho menos atraer a países fuera de la región para que intervengan».
En su opinión, «cortejar» a naciones de otras partes solo complicará aún más la situación en la zona.
En otro momento de su conferencia, el portavoz condenó la mentalidad de guerra fría de Estados Unidos, Reino Unido y Australia, y criticó la colaboración militar entre esos países dentro de la llamada «asociación trilateral de seguridad».
«Agrava los riesgos de proliferación nuclear, exacerba la carrera armamentista en la región de Asia y el Pacífico y socava la paz y la estabilidad regionales. China y muchos países de la región están profundamente preocupados por ello y se oponen firmemente a él», señaló.
Una reciente colisión entre barcos de la guardia costera china y filipina avivaron las tensiones entre los dos países, cuyas relaciones se han deteriorado notablemente desde la llegada al poder en Manila de un presidente partidario de la alianza con Estados Unidos.
Con anterioridad el canciller chino, Wang Yi, aseguró que las relaciones con Filipinas atraviesan graves dificultades, debido a que el país insular «ha cambiado su postura política, ha incumplido sus compromisos, ha provocado constantemente incidentes en el mar y ha dañado los derechos legítimos» de China.
Wang agregó que los nexos están en una encrucijada y que Manila debe actuar con prudencia.
mem/idm
