Tal estudio contabiliza a las víctimas de homicidios dolosos (incluyendo feminicidios), robos (hurtos seguidos de muerte) y lesiones corporales seguidas de fallecimiento.
Las expiraciones por violencia policial no entran en la cuenta.
El desplome resulta el tercero consecutivo y, nuevamente, el menor de la serie histórica (iniciada en 2007) del Foro Brasileño de Seguridad Pública (FBSP), socio del G1 en el Monitor.
La reducción se extendió: la mayoría (21) de las unidades de la federación registró menos asesinatos en 2023 que en 2022.
Cinco estados (Amapá, Pernambuco, Río de Janeiro, Minas Gerais y Maranhão) tuvieron alta y una (Ceará), estabilidad.
El índice de asesinatos por cada 100 mil habitantes del país, indicador utilizado internacionalmente para medir la violencia, también cayó, al pasar de 20,3 en 2022, para 19,4 en el pasado calendario.
La cifra fue calculada con base en la población de 2022 y puede cambiar cuando el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística divulgue las estimaciones oficiales para este año.
A pesar de la mejora, el gigante sudamericano todavía tiene uno de los mayores índices mundiales de homicidios (en 2021 tenía la mayor del mundo, según un estudio de Naciones Unidas divulgado en el pasado ejercicio).
De igual manera enfrenta grandes desafíos regionales en el combate a la violencia, pues existen más unidades de la federación (19) con índices peores que el promedio nacional que mejores (ocho).
Los datos del Gobierno federal, aunque utilizan una metodología diferente a la del Monitor (al incluir, por ejemplo, muertes sospechosas y encuentro de cuerpos y huesos, que pueden no ser homicidios), apuntan para un escenario semejante, de reducción del cuatro por ciento en las muertes violentas en 2023.
Tras la reducción del cuatro por ciento en los asesinatos en 2023, el levantamiento periódico del Monitor de la Violencia se cerrará, manteniéndose otras iniciativas de la alianza.
«El Monitor de la Violencia tuvo y tiene un papel estratégico para la discusión de varios temas sensibles de la agenda de la seguridad pública», afirmaron Renato Sérgio de Lima y Samira Bueno, directores del FBSP.
Precisaron que, «después de todo, la experiencia internacional revela que es a partir de la acción intensa de diseminación de informaciones fidedignas y calificadas que políticas públicas son provocadas y gestores se movilizan».
La caída del dígito de homicidios fue impulsada por estados como Sao Paulo, Pará y Bahía, aunque fue observada en todo el país.
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