Justo en esta capital, una sede de exposiciones con 25 años de experiencia: Artomatic, en la popular barriada de Adams Morgan, presentó una especie de inspiración de Cuba llegada a través de los artistas de la plástica Lianet Martínez y Daniel Madruga.
Ellos representaron al país caribeño que por primera vez se inserta en este evento de artes multimedia de varias semanas que se lleva a cabo en el área de Washington, DC.
Las obras de ambos «fueron bien recibidas y generaron mucho alboroto y discusión. Lianet compartió su hermoso catálogo de trabajos, ¡encantando a todos! El trabajo de Daniel fue muy popular y los visitantes esperan con ansias su viaje a Washington en abril», expresó en redes sociales el promotor James Albright.
Fundado por el artista y activista de las artes George Koch, Artomatic, es un foro sin jurado para artistas de todos los tipos y habilidades.
Mientras, un poco más al sur del país, se realizó entre el 7 y el 10 de marzo la Primera Feria Internacional del Libro de Tampa (TIBF por sus siglas en inglés), en el Club Cubano de Ybor City.
La TIBF es una iniciativa del Tampa Lector Consortium en colaboración con el Club Cubano, Hillsborough Community College-Ybor Campus, la University del Sur de la Florida y la Universidad de Tampa.
También se logró gracias a la contribución de numerosos académicos y promotores de Tampa, de otros lugares a nivel nacional e internacional que aman esa ciudad y su historia.
Según un comunicado “Tampa continúa siendo el hogar de los cubanos descendientes de las familias fundadoras de la ciudad, así como de algunos de los lectores de fábricas de tabacos más conocidos de Ybor City y West Tampa”.
Esta fiesta de la lectura contó con la presencia de una delegación de la Cámara del Libro de la isla, entre ellos Francisco López Sacha y Rigoberto Rodríguez Entenza, ambos reconocidos miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Tampa, en el sureño estado de Florida, es la ciudad que dio hospedaje a José Martí, Héroe Nacional de Cuba. Fue el 25 de noviembre de 1891 cuando la visitó por primera vez invitado por Néstor Carbonell, presidente del Club Ignacio Agramonte, para asistir a una fiesta artística literaria.
Luego, en 1892, 1893 y 1894, otros viajes a la urbe fueron aprovechados por Martí para nuclear voluntades alrededor de lograr la independencia de Cuba y fue, precisamente, en uno de los tabacos torcidos en las fábricas de Tampa que salió oculta la orden para el inicio de la Guerra Necesaria, el 24 de febrero de 1895.
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