Biden y Trump se echaron en el bolsillo este martes las primarias presidenciales en Georgia, Misisipi y Washington, con lo cual esto, definitivamente, será una pelea revancha dentro de ocho meses.
Por lo que el camino está despejado y claro: Biden será el rival del republicano Donald Trump, en lo que ya se pronosticó como pelea revancha y que algunos le ponen los calificativos de “amarga y reñida” frente a Trump.
Con este resultado solo falta la nominación oficial en la Convención Nacional Demócrata que se celebrará en Chicago, Illinois, en agosto, y un mes antes tendrá lugar la Republicana en Milwaukee, Wisconsin.
En una declaración de su campaña la noche de este martes, Biden advirtió que «la amenaza que plantea Trump es mayor que nunca» y que su eventual adversario en la boleta en pocos meses “está llevando a cabo una campaña de resentimiento, venganza y represalia que amenaza la idea misma de Estados Unidos».
De acuerdo con un comunicado, Trump «está glorificando a los dictadores y prometiendo convertirse en uno él mismo desde el primer día».
Pese a que tanto Trump como Biden no son muy lejanos desde el punto de vista generacional, el demócrata mantiene este punto como una de sus vulnerabilidades, a tono con las encuestas.
La imagen del gobernante recibió algo de oxígeno la semana pasada cuando en su discurso sobre el Estado de la Unión intentó calmar a los votantes sobre su estado físico, al mostrarse durante los 68 minutos de la alocución en horario estelar con una energía y un brío contrastante con fechas anteriores.
En estos momentos la principal oposición a Biden no proviene de ningún candidato, sino de esa ansiedad más general dentro del partido por el tema de la edad y de la indignación del ala progresista del partido por el apoyo de la administración a Israel en su guerra contra Hamas en Gaza, destacan análisis de la prensa local.
Por el lado de Trump, poco han hechho -y al parecer no harán- los enredos legales del exmandatario, quien tendrá que responder en cuatro juicios por 91 cargos estatales y federales, la mayoría de ellos por delitos graves. A propósito, Biden ganó Georgia por menos de 12 mil votos en 2020, siendo el primer candidato presidencial demócrata en lograrlo desde William Clinton en 1992.
La derrota de Trump allí revilvió el avispero, porque el republicano, inconforme, cuestionó y trató de revertir los cómputos a su favor. Esos esfuerzos son la base de una acusación por la cual Trump y un amplio grupo de coacusados se enfrentarán a un juicio en el condado de Fulton, en la ciudad de Atlanta.
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