La cifra fue divulgada por la agencia en un comunicado, que denunció un bombardeo israelí la víspera contra un centro de distribución de alimentos ubicado en la sureña ciudad de Rafah.
La incursión provocó una nueva víctima mortal en las filas de esa institución de la ONU y heridas a 22.
Fuentes locales reportaron otros cinco fallecidos y varios lesionados civiles en ese incidente.
El ataque contra uno de los pocos centros de distribución de la Unrwa que quedan en la Franja se produce en un momento en que los suministros de alimentos se están agotando y el hambre es generalizada, criticó el comisionado general del Organismo, Philippe Lazzarini.
Todos los días compartimos las coordenadas de nuestras instalaciones con el Ejército, subrayó.
El funcionario recordó que “Naciones Unidas, su personal, sus edificios y sus bienes deben estar protegidos en todo momento”.
Desde el comienzo de esta guerra, los ataques a las instalaciones, los convoyes y el personal de la ONU se convirtieron en algo común, en flagrante desprecio por el derecho internacional humanitario, alertó. También el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, condenaron por separado el bombardeo israelí.
Unwra está bajo fuego tras la acusación del gobierno de Benjamín Netanyahu contra 12 de sus 13 mil empleados por presuntamente participar en la operación del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), el 7 de octubre último.
Tanto la agencia como la ONU anunciaron una investigación inmediata, pero numerosos países occidentales, entre ellos Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido, suspendieron su financiamiento, aunque aún no se probaron las denuncias.
La pasada semana, Lazzarini advirtió que desmantelar al organismo sería una medida miope por sus graves consecuencias.
“La implementación de este plan ya está en marcha con la destrucción de nuestra infraestructura en toda la Franja de Gaza”, advirtió.
jf/rob
