Fuentes locales de prensa afirmaron que los secuestradores amenazaron con asesinar a los jóvenes si no se les entrega el dinero en un plazo de unos 20 días.
El ataque al colegio e instituto de la Autoridad Educativa Local en Kuriga, permitió realizar el secuestro de 127 estudiantes de primaria y otros 187 de secundaria, así como maestros y autoridades del centro.
Recientemente, el presidente de Nigeria, Bola Tinubu, instó a las fuerzas de seguridad del Estado a que tratasen el secuestro de los estudiantes de Kaduna con la máxima urgencia posible para evitar que los bandidos reciban ningún tipo de rescate monetario.
Los raptos masivos, en particular de menores del sexo femenino y de funcionarios gubernamentales, por cuya liberación demandan rescates en metálico, es una de las principales formas de obtener ingresos por parte de los grupos islamistas y bandas criminales que operan en el vasto país del occidente africano.
Los ataques de grupos islamistas y delincuentes contra poblaciones inermes junto a los secuestros constituyen los dos principales dolores de cabeza de las autoridades centrales nigerianas a los que se suman los frecuentes conflictos entre pastores y granjeros por el uso de agua y zonas de pastoreo.
mem/fvt