Pese a la relevancia del asunto, el documento tiene un alcance menor de lo que se había previsto. Los eurodiputados y los negociadores de los Estados miembros habían llegado a un acuerdo político en diciembre sobre este texto.
Se trata de una vigilancia para las empresas, de identificar y corregir en su cadena los impactos al medioambiente y a los derechos de los trabajadores.
Sin embargo los 27 países fracasaron en dos intentos de lograr la mayoría necesaria para ratificar formalmente el acuerdo.
Finalmente, la reducción en los criterios de aplicación en comparación con el acuerdo original de diciembre hizo que este viernes se aprobara el texto.
Esta ley establece que las empresas son legalmente responsables de las violaciones de los derechos humanos y sociales como el trabajo infantil o el forzoso. También son responsables por daños al medioambiente, como la deforestación o la contaminación.
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