En un balance preliminar, de los 17 contenedores fue vaciado uno que contenía artículos para garantizar la supervivencia materna, neonatal e infantil, incluidos resucitadores y equipos relacionados.
También había en su interior productos para la primera infancia, el suministro de agua, y otros equipos, además de elementos esenciales para el desarrollo y la educación de la población.
La Unicef calificó este hecho como una violación a los derechos de los niños, pues los priva de materiales sanitarios que salvan vidas en medio de un sistema de salud colapsado.
Desde ayer la Policía Nacional de Haití batalla por recuperar por segunda vez la zona portuaria de Puerto Príncipe, que estuvo en manos de las pandillas días atrás.
Dicha área fue liberada y a finales de semana los saqueadores volvieron al lugar.
Recientemente, la Unicef llamó a priorizar la seguridad de los niños en Haití, donde la violencia sigue siendo hoy una constante.
«Instamos a todas las partes interesadas a que garanticen la protección de los niños, sea cual sea su situación. Proteger a los infantes debe ser la prioridad”, subrayó el organismo internacional en un comunicado divulgado aquí.
Tomen todas las medidas necesarias para evitar que se vean expuestos a acontecimientos violentos que puedan poner en peligro su seguridad y sus vidas, enfatiza el texto.
La Unicef sigue de cerca la situación y hace todo lo necesario para garantizar la continuidad de los servicios de prevención y atención a todos los niveles.
Haití lleva mucho tiempo de agitación política mezclada con pobreza, crisis sanitaria, social e institucional, aumento de las tasas de desnutrición, desastres y una violencia armada que dejó a más de tres millones de niños necesitados de ayuda humanitaria, recuerda el organismo.
Cuanto más tiempo persista esta situación –alerta la Unicef- mayor será el riesgo de que se produzcan daños físicos y mentales irreversibles en el bienestar en los infantes.
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