El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados afirmó en un comunicado que este es el inicio de una nueva fase de los ataques, a pesar de la presencia de más de un millón de desplazados allí.
Israel comenzó a destruir Rafah de forma diaria y sistemática mediante repetidas incursiones contra viviendas, lo cual provocó numerosos muertos y heridos, detalló.
La cartera señaló que el Ejército no anunció la campaña bélica para evitar las condenas y críticas internacionales.
Esta escalada de violencia es un desprecio más del Gobierno de Benjamin Netanyahu a las demandas globales, afirmó, en medio de una creciente ola de repudio global a una invasión terrestre contra Rafah por las graves consecuencias humanitarias que tendría.
La Cancillería destacó que el aumento de los crímenes coincide con el inicio de la gira a la región del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
El Ministerio también condenó en los términos más enérgicos “el brutal y sangriento bombardeo cometido por las fuerzas de ocupación contra nuestro pueblo”.
En varias ocasiones, Netanyahu minimizó la ola de críticas internacionales y prometió lanzar a sus tropas contra Rafah con el argumento de derrotar al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
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