Los diputados negaron las 10 enmiendas propuestas por la Cámara Alta, incluida la de permitir a los tribunales cuestionar la seguridad de Ruanda, mientras el Supremo dictaminó que este plan era ilegal y podría dar lugar a violaciones de Derechos Humanos.
Sin embargo, según Sky News, mientras los diputados oficialistas se pronunciaban en contra de estas medidas, los de la oposición se posicionaron a favor de las enmiendas propuestas.
Ahora, el texto vuelve a la Cámara de los Lores en el marco del proceso parlamentario conocido como ping-pong por el cual el documento pasará por ambas cámaras hasta que se alcance un acuerdo.
Por su parte, el primer ministro británico, Rishi Sunak, indicó que sigue comprometido con el cronograma que estableció en el que el objetivo es conseguir que el primer vuelo se produzca en primavera.
Es importante que pongamos en marcha el plan de Ruanda porque necesitamos un elemento disuasorio, declaró.
La iniciativa data de la época de Boris Johnson en Downing Street, pero no se ha puesto en marcha tras una paralización in extremis ordenada en junio por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y un rechazo ya en firme del Supremo británico a mediados de noviembre.
El Gobierno conservador del actual primer ministro británico ha tratado de solventar los recelos legales firmando un nuevo tratado con Ruanda.
Hace dos semanas, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, alertó de que el plan del Gobierno británico para deportar migrantes irregulares a Ruanda supone una violación de las protecciones vitales de los Derechos Humanos y es contrario a los principios básicos del Estado de Derecho.
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