En una nota de la Cancillería, la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva indica que «se enteró con consternación del atentado».
Al expresar sus condolencias a los familiares de las víctimas y el deseo de pronta recuperación para los heridos, Brasil «reitera su firme rechazo a todo acto de terrorismo».
Precisa que «no se tiene noticia de ningún ciudadano brasileño víctima del ataque» y que su embajada en Moscú permanece en funcionamiento para atender a connacionales en situación de emergencia.
El número de muertos en el ataque terrorista ascendió este sábado a 93, informó el Comité de Investigación ruso en su canal del servicio de mensajería Telegram.
Según datos preliminares, las personas murieron debido a heridas de bala y envenenamiento por productos de combustión, y unos 37 fallecidos fueron identificados.
El video difundido por el Comité de Investigación mostró en el lugar del crimen fusiles automáticos y municiones del Saiga TR3, así como cargadores cargados con cartuchos del calibre 5,45 para ellos y el calibre 7,62 para el AK, atado con cinta adhesiva, y otros pertrechos bélicos.
Se abrió una causa penal por el ataque terrorista. Agentes policiales se encuentran trabajando en el lugar del incidente.
El director del Servicio Federal de Seguridad, Alexander Bortnikov, informó este sábado al presidente Vladimir Putin que 11 personas fueron detenidas, incluidos los cuatro terroristas directamente involucrados en el ataque. Ahora se trabaja para identificar a sus cómplices.
Además, se reforzaron las medidas de seguridad en Moscú y otras regiones, lo que incluye la cancelación de actos multitudinarios.
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