Según informó el gobernador de Kaduna, Uba Sani, los jóvenes fueron liberados la víspera y reciben tratamiento psicológico para luego ser devueltos a sus familias.
El mayor general Edward Buba, vocero militar nigeriano, dijo que los niños fueron rescatados en el estado de Zamfara, ubicado a más de 200 kilómetros de la escuela.
Los militares mostraron imágenes de los niños con aspecto de cansancio y cubiertos de polvo, con uniformes escolares mientras eran trasladados tras ser liberados.
Los raptos masivos, en particular de menores del sexo femenino y de funcionarios gubernamentales por cuya liberación demandan rescates en metálico, es una de las principales formas de obtener ingresos por parte de los grupos islamistas y bandas criminales que operan en el vasto país del occidente africano.
Los ataques de grupos islamistas y delincuentes contra poblaciones inermes y los secuestros constituyen los dos principales dolores de cabeza de las autoridades centrales nigerianas, a los que se suman los frecuentes conflictos entre pastores y granjeros por el uso de agua y zonas de sus actividades.
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