Tal propuesta emergió tras la estancia de dos días de Bolsonaro en la Embajada de Hungría en Brasilia, cuatro días después de que su pasaporte fuera confiscado por la Policía Federal (PF).
Medida cautelar, de acuerdo con Agra, es más simbólico para mostrar «carácter fugitivo, pecaminoso y antidemocrático» del exgobernante, que la prisión preventiva.
A pesar de considerar el hospedaje como «un elemento jurídico más que fundamenta decretar la prisión preventiva», el jurista evaluó durante una entrevista televisiva, en un análisis político y pragmático, que la detención inmediata no es una solución viable.
Observó que la aplicación de la cárcel provisoria fortalecería la narrativa que intenta ser creada por el bolsonarismo (adeptos del exmilitar) de persecución.
Aunque no tiene respaldo en la realidad, Agra recordó que una parte significativa de la población está fuera de la discusión acerca de los elementos que testifican contra el excapitán del Ejército y pueden ser influenciados por el juego maniqueo de la narrativa del exjefe de Estado.
«Evitar que él (Bolsonaro) pase a 200 metros de embajadas, uso de tobillera, evitar salidas por la noche y hacer que el expresidente cada semana, o cada 15 días, informar de sus desplazamientos en territorio brasileño… Son varias las medidas y ellas son mayores porque esa es una guerra de posición», remarcó el letrado.
El político ultraderechista estuvo hospedado en la misión diplomática de Hungría del 12 al 14 de febrero y el 8 de marzo resultó blanco de la llamada Operación Véritas de la PF sobre el supuesto intento de golpe de Estado, perpetrado en enero de 2023.
Durante la cruzada, agentes federales decomisaron el pasaporte del exmandatario en la oficina del Partido Liberal, por orden del ministro Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema, para que no abandone el país.
El magistrado es ponente del caso que investiga a Bolsonaro y aliados por la asonada.
La estadía del exparacaidista en la sede húngara fue revelada el lunes por el periódico estadounidense The New York Times.
El diario sugiere que Bolsonaro, blanco de investigaciones criminales, intentó huir de la justicia, pues no podría ser detenido en una embajada extranjera que lo acogió, porque está legalmente fuera del alcance de las autoridades locales.
La publicación tuvo acceso a imágenes de las cámaras de seguridad del recinto diplomático y De Moraes dio un plazo de 48 horas para que el expresidente explique su estancia en la legación europea.
jha/ocs
