De acuerdo con Ansord Hewitt, director general de la Oficina de Regulación de Servicios Públicos (OUR), la cifra supone un aumento de interrupciones del 26,8 por ciento en comparación con el 2022.
De estos eventos, cuatro mil 326 se categorizaron como cortes planificados, mientras que 132 mil 226 fueron forzados y causaron interrupciones inesperadas en el servicio.
Los cortes planificados aumentaron un 59,3 por ciento; mientras que los forzados crecieron un 26 por ciento, en comparación con el año anterior.
El índice de duración promedio de interrupción del sistema (que indica la duración total de la interrupción para el cliente promedio durante un período de tiempo predefinido) fue de dos mil 403 minutos por cliente, lo cual implica un aumento del 21,1 por ciento con respecto a 2022.
La solución de este asunto debe incluir la aplicación de la ley y el subsidio social; así como incentivos económicos, dijo Hewitt, y manifestó su preocupación por la disparidad de apagones en todo el país.
En mayo de 2023, JPS indicó que gastará 18,25 millones de dólares en proyectos específicos diseñados para mejorar la confiabilidad de la red eléctrica, aunque aún no se aprecian resultados notables en esa área.
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