En un comunicado divulgado por su oficina, el ato representante urgió a proteger a la población y evitar más sufrimiento humano así como a enfrentar la corrupción, la impunidad y la mala gobernanza.
De acuerdo con Türk, estas se suman a los crecientes niveles de violencia de las pandillas que erosionan el Estado de derecho, lo que llevó a las instituciones estatales al borde del colapso.
Las pandillas continuaron utilizando la violencia sexual para brutalizar, castigar y controlar a las personas, denunció.
Al mismo tiempo, advirtió sobre los reportes que aseguran que algunas mujeres son forzadas a mantener relaciones sexuales de explotación con miembros de pandillas.
La violación de rehenes secuestrados sigue utilizándose para obligar a las familias a pagar rescates y los niños siguen siendo reclutados y abusados, rechazó además.
“Todas estas prácticas son escandalosas y deben detenerse de inmediato”, apuntó el alto comisionado al considerar impactante el continúo flujo de armas en medio del complejo contexto.
Al respecto, el representante pidió una implementación más efectiva del embargo de armamento e insistió en la necesidad urgente del despliegue de la misión multinacional de apoyo para enfrentar a las bandas.
No obstante, aseguró que mejorar la seguridad por sí sola no conducirá a soluciones duraderas, pues se necesitan además políticas concurrentes destinadas a la restauración del estado de derecho.
Al mismo tiempo, consideró primordial la rendición de cuentas para restaurar la confianza pública en el estado de derecho y las instituciones estatales.
Cifras divulgada por la Oficina del alto comisionado estiman que 686 civiles murieron, 371 resultaron heridos y 379 fueron secuestrados en Haití entre enero y febrero del año en curso.
En ese mismo período, 695 criminales organizados en bandas perdieron la vida o fueron lesionados mientras que la cifra total de personas afectadas por la violencia armada es de dos mil 131.
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