El también primer ministro de Delhi fue detenido el 21 de marzo por la Dirección de Ejecución (ED) por su supuesta vinculación en un caso de corrupción relacionado con una política de impuestos especiales, y desde entonces estuvo bajo custodia del organismo de investigación central.
Como el ED no solicitó extender la custodia de Kejriwal, el tribunal de Delhi lo envió a prisión durante los siguientes 14 días, explicaron reportes noticiosos.
Otros altos dirigentes de la AAP, como Manish Sisodia, Satyendar Jain y Sanjay Singh, también se encuentran en la misma prisión.
El caso del líder del AAP ha suscitado protestas desde la opositora Alianza Inclusiva para el Desarrollo Nacional de India, a la cual pertenece Kejriwal, desde donde consideran su detención un ataque a sus filas en relación con las venideras elecciones de Lok Sabha, a desarrollarse del 19 de abril al 1 de junio.
Así lo expresaron la víspera varios líderes partidistas integrantes del bloque durante una manifestación en la explanada de Ramlila Maidan, en Nueva Delhi.
También provocó roces diplomáticos de la India con Alemania y Estados Unidos, pues desde Berlín y Washington expresaron supuestas preocupaciones por el arresto de Kejriwal y cuestionaron los procesos electoral y judicial del país surasiático.
En respuesta, Nueva Delhi ratificó que los procesos legales de la India se basan en un poder judicial independiente, comprometido a obtener resultados objetivos y oportunos.
El gobierno indio también advirtió que no tolerará intromisiones en los asuntos internos de la nación.
La Cancillería señaló en uno de sus comunicados al respecto que en diplomacia se espera que los estados sean respetuosos de la soberanía y los asuntos internos de los demás, y esa responsabilidad es aún mayor en el caso de democracias amigas, apuntó.
De lo contrario, podría terminar sentando precedentes poco saludables, acuñó.
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