Durante el lapso, los colonos judíos ejecutaron al menos 34 ataques contra la población civil árabe, precisa un informe que contabiliza las agresiones israelíes en la zona ocupada de la urbe.
El texto destacó que en el periodo se registraron 461 arrestos, incluidos 34 menores y 26 mujeres, y fueron demolidas 68 estructuras palestinas.
En los tres primeros meses del año miles de judíos ingresaron a la Explanada de las Mezquitas bajo fuerte escolta policial, apuntó.
Ubicado en la zona antigua de Jerusalén Este, el sitio es sagrado para cristianos, musulmanes y judíos, y un punto de fricción constante.
El texto acusó a la policía israelí de restringir el acceso a la Mezquita de Al-Aqsa, que forma parte del complejo religioso, en especial durante el Ramadán, mes sagrado para los musulmanes.
El informe también denunció el incremento de los ataques contra los cristianos en la llamada Ciudad Santa a manos de extremistas judíos.
Como ejemplo citó la agresión el 3 de febrero contra el padre Nicodemus Schnabel, líder de los monjes benedictinos en Tierra Santa.
En marzo, las autoridades israelíes impidieron que miles de cristianos palestinos llegaran a Jerusalén desde diversos puntos de Cisjordania para celebrar la Pascua, criticó.
También cuestionó las medidas adoptadas contra el gobernador palestino de Jerusalén Este, Adnan Ghaith, quien fue condenado a arresto domiciliario indefinido en agosto de 2022.
Las tropas israelíes atacaron en los últimos tres meses a figuras palestinas, incluidos el secretario del gubernamental movimiento Fatah en Jerusalén, Shadi Al-Mutawar; el jeque Ikrimah Sabri, predicador de la mezquita de Al-Aqsa, y el jefe de la Autoridad Islámica en la urbe, el jeque Al-Maqdisi Youssef Makharza, detalló.
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