La líder de la agrupación Tupac Amaru permanece detenida desde hace más de ocho años por supuesta incitación a la violencia al encabezar una protesta contra los cambios impuestos por el exgobernador de Jujuy, Gerardo Morales, en el programa de cooperativas.
En la actualidad, se encuentra bajo arresto domiciliario y múltiples organismos denunciaron la humillación, atropello y ataques sufridos por ella.
Sala padece episodios de trombosis venosa profunda y problemas renales y en 2023 sufrió la muerte de su hijo Sergio Chorolque y de su esposo, el periodista y poeta Raúl Noro.
En declaraciones a la emisora radial AM750, aseguró que estos años fueron muy duros y “decenas de compañeros fueron injustamente procesados, padecieron hostigamiento, persecución, torturas y una vida condicionada por causas inventadas para impedir la protesta social”.
En varias oportunidades hablamos de un laboratorio de lawfare en Jujuy y parecía que nadie nos entendía cuando decíamos que aquí ocurre eso junto con el neoliberalismo. Nos quieren disciplinar, afirmó.
Asimismo, condenó las medidas que apuntan hacia la privatización, los despidos y la toma de las tierras de los pueblos originarios.
Al referirse a su estado de salud, señaló que no se encuentra nada bien.
Me perjudicaron muchísimo. Hace tiempo tendría que haberme operado, pero para los jueces y médicos de Jujuy yo ya estaba curada de la trombosis y no era así. Cuando me permitieron someterme al procedimiento, había una vena principal que no se pudo destapar, explicó.
“Ahora estoy tomando calmantes porque me empezó a doler de nuevo. Además, tengo una alergia. Se me hincha toda la cara”, añadió.
No obstante, aseguró que no pretende abandonar la pelea.
“Le estoy poniendo muchas ganas porque tengo claro lo que quiero y no voy a bajar los brazos. Raúl y mi hijo me acompañan a pesar de que no los tengo en vida”, dijo.
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