La enfermedad renal, una afección que daña los riñones y les impide filtrar la sangre, es actualmente la tercera causa de muerte de más rápido crecimiento a nivel mundial, y se espera que para 2040 se convierta en la quinta causa de años de vida perdidos.
Ya hay 850 millones de personas afectadas, y tratarlas está agotando las arcas, sin embargo, en los debates sobre las prioridades de la salud pública mundial, las palabras «enfermedad renal» no siempre figuran, por no estar en la lista de ENT prioritarias de la OMS que causan muertes prematuras.
De ahí que las tres organizaciones profesionales más grandes que trabajan en la salud renal (la Sociedad Internacional de Nefrología, la Sociedad Estadounidense de Nefrología y la Asociación Renal Europea) estén instando a la OMS a incluir esta enfermedad en el mencionado listado.
Según los autores del artículo esto permitirá llamar la atención sobre la creciente amenaza, que es particularmente grave para las personas de los países de ingresos bajos y medianos bajos, que ya soportan dos tercios de la carga global de enfermedades renales.
Además, disminuir la cifra de fallecidos por esta causa podría convertirse en una prioridad para los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas de reducir las muertes prematuras por ENT en un tercio para 2030.
También podría atraer financiación para tratamientos, investigaciones y registros de enfermedades.
Las ENT son responsables del 74 por ciento de las muertes en todo el mundo, pero los mayores donantes de salud global actualmente dedican menos del dos por ciento de sus presupuestos a la asistencia sanitaria internacional para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles, sin incluir las renales.
Llamar más la atención sobre el silencioso avance de la enfermedad renal entre algunas de las personas más vulnerables sería un paso importante para cambiar estas estadísticas, dijeron los expertos.
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