“Todos los que posean bonos de la República de El Salvador pueden acceder a esta recompra pública y voluntaria”, escribió el mandatario en redes sociales, al anunciar un proceso que se extenderá desde hoy hasta el 15 de abril.
Las emisiones en recompra ofertadas comprenden los títulos con vencimiento en enero de 2025, que acumulan un monto de 347.9 millones de dólares luego que en 2022 el gobierno ejecutara una operación similar.
“Hoy hemos lanzado la oferta de RE COMPRA de nuestra DEUDA EXTERNA, que tiene vencimiento desde el 2025 hasta el 2029. Todos los que posean bonos de la República de El Salvador pueden acceder a esta recompra pública y voluntaria”, escribió Bukele en X.
En el proceso se incluyen además los 800 millones de bonos con vencimiento en enero de 2027 y 601.1 millones de los títulos para febrero de 2029.
El gobierno salvadoreño ejecutó dos procesos similares en 2022 en medio de fuertes presiones por el riesgo de caer en impago para honrar los vencimientos de enero de 2023.
En términos económicos una recompra de bonos básicamente consiste en que el país compra su propia deuda antes del vencimiento en manos de inversionistas que prefieren vender los títulos a precios en el mercado, lo cual genera ahorros porque el gobierno no tiene que pagar intereses.
Después de las operaciones de 2022, El Salvador logró mejorar su posición en el mercado y redujo las presiones de caja fiscal.
Posterior a la acción efectuada, el país mejoró el Indicador de Bonos Emergentes (EMBI) que era de 35.12 puntos en julio de 2022, uno de los más riesgosos para invertir en América Latina y en abril de 2024 llegó a 6.27 puntos, aún el más elevado en relación con sus vecinos.
El salvadoreño es el EMBI más alto de la región centroamericana, donde Guatemala tiene 1.86 puntos, Honduras 3.39, Costa Rica 1.99 y Panamá 2.61.
Según economistas, estas estrategias tratan de aliviar la economía nacional y brindar una revalorización de los bonos en el mercado mundial para solventar su deuda y mejorar la economía del país.
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