Para ello se tomo en cuenta un estudio de la Universidad de Washington en St. Louis, que se centró en analizar la edad biológica de 148 mil 724 individuos.
Usaron un conjunto de biomarcadores sanguíneos y encontró que las personas nacidas después de 1965 mostraban un 17 por ciento más de posibilidades de experimentar envejecimiento acelerado en comparación con aquellas nacidas entre 1950 y 1954.
Para los investigadores, la edad biológica refleja el estado fisiológico del cuerpo, influenciado por factores como la dieta, la actividad física y el estrés ambiental.
El estudio identificó, además, nueve marcadores sanguíneos que son correlativos de la edad biológica: la albúmina, la creatinina, la glucosa, la proteína C-reactiva y el porcentaje de Linfocitos, el volumen Medio Corpuscular (VMC).
A ellos se suma el ancho de Distribución de Eritrocitos (ADE), la fosfatasa Alcalina y el Recuento de Leucocitos. La investigación, que fue presentada en la reunión anual de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer, resalta que con esos datos podría abrirse una posible área de intervención en la cual, si se logra ralentizar el envejecimiento biológico, podríamos estar ante una nueva estrategia de prevención de esa enfermedad.
“En el futuro, señala el estudio, tener la posibilidad de que el envejecimiento acelerado pueda ser modificado a través de intervenciones en el estilo de vida o tratamientos específicos ofrece una chispa de esperanza en la lucha contra el cáncer”.
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