Gerguei Guyash, portavoz del primer ministro Viktor Orban, afirmó que la situación en Ucrania y la posición de la OTAN al respecto se analizó en una reunión del equipo de ministros esta semana y las noticias malas superan a las buenas, estimó.
Dirigentes políticos europeos se refieren a la necesidad de enviar tropas a Ucrania y lo más preocupante es que la alianza atlántica también cambio su posición al respecto, agregó el vocero.
Por ahora, el bloque noratlántico no se convirtió en un participante activo en la confrontación, pero se prepara para un involucramiento práctico del lado de Kiev, para lo cual pretende crear un fondo de 100 mil millones de dólares destinado al rearme ucraniano, apuntó.
El representante del gobierno aclaró que Hungría se pronuncia por una salida pacífica del conflicto en Ucrania, pero de todas formas en Budapest deben prepararse para cualquiera de las dos variantes de esos acontecimientos, señaló el canal de televisión M1.
Desde Moscú, el Servicio Federal de Seguridad denunció que abortó una operación de sabotaje en la región de Jerson, planificada por las fuerzas especiales británicas, lo que consideraron como un involucramiento directo del Reino Unido en la confrontación.
Londres se pronuncia por reforzar el rearme de Ucrania, a donde ya envió modernos tanques Challenger-2, varios de ellos destruidos en combate, cañones autopropulsados, vehículos blindados y otros armamentos, destacó la prensa capitalina.
El 24 de febrero de 2022, el presidente Vladimir Putin ordenó una operación bélica para proteger a las regiones sublevadas de Donetsk y Lugansk, después de reconocer su independencia y aceptar su entrada a Rusia, así como para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania.
Las potencias occidentales destinaron más de 165 mil millones de dólares en la compra de armamentos para Ucrania, mientras que, como denunció Moscú, ofrecen información de inteligencia, entrenan tropas y organizan operaciones en la confrontación bélica.
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