La inseguridad provocada por el accionar de las bandas armadas provocó que la mayoría de ellos se dirigieran a los departamentos del Gran Sur, una región que ya había recibido en los últimos meses a más de 100 mil personas de la capital.
Esas comunidades permanecen bajo presión mientras intentan ubicar a las personas desplazadas, indicó por su parte el portavoz del secretario general (António Guterres), Stéphane Dujarric.
La violencia en ascenso en las últimas semanas limita además la respuesta humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mientras la población civil permanece atrapada en la escalada con limitado acceso a la salud, la alimentación, la educación, la movilidad y otros servicios esenciales.
De acuerdo con el organismo, muchas escuelas continúan inaccesibles debido a la violencia actual, con centros ocupados por pandillas y personas desplazadas o instalaciones saqueadas y destruidas.
Como parte de su apoyo, el Programa Mundial de Alimentos entregó la víspera 19 mil comidas calientes a los desplazados en Puerto Príncipe y, en otras provincias 200 mil niños recibieron un almuerzo escolar.
Por su parte, el Fondo de Población de la ONU apoya a los servicios de protección y proporciona kits de higiene en los sitios de desplazamiento en Puerto Príncipe a través de sus clínicas móviles.
Ese organismo y sus socios brinda además apoyo psicosocial remoto e información sobre servicios accesibles contra la violencia de género a través de una línea directa gratuita operada por sus socios locales.
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