La obra, incluida en la cartelera del Havana Film Festival de Nueva York, revela la admiración del realizador hacia al Trovuntivitis, un movimiento que durante más de dos décadas reúne a miles de seguidores en el Festival Longina, celebrado en la central provincia de Villa Clara.
En entrevista con Prensa Latina, el creador reveló que la idea inicial del documental surgió a petición de los propios trovadores de la ciudad de Santa Clara -250 kilómetros al este de La Habana- tras su vinculación con este popular evento en repetidas ediciones.
Año tras año iba con mi cámara grabando y registrando lo que iba pasando para el programa Entre Manos que dirijo, confesó.
“Ellos hicieron un complot y valoraron que era importante hacer ya un documental sobre la historia del Longina y ese fenómeno que ocurre en la ciudad de Santa Clara. Me entregan la suerte de conseguirlo con todo el material que tenía filmado y no lo dudé”, recordó.
El resultado, añadió, es una manera de agradecer a la trova, a esa nueva generación y al movimiento en general.
Tras su estreno en 2023 en la icónica sede de La Trovintivitis, el Centro Cultural El Mejunje, la cinta tuvo paradas en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano y el Festival Santiago Álvarez, donde obtuvo un premio colateral de la Universidad de Oriente.
Sin embargo, de acuerdo con su creador, el recorrido por estos circuitos, los premios o la presentación en Nueva York, no estaban en los planes de su producción.
“Es una obra hecha por amigos, mi hija mi esposa y me da tremenda satisfacción que esté en un festival como este; de alguna manera me reconforta más porque no fue obra pensada para llegar hasta aquí”, remarcó.
En definitiva, insistió, se trata de agradecer la labor de los trovadores y los gestores culturales que tiene Santa Clara que ojalá estuvieran en todas partes por su trabajo sostenido.
“No hay más que aportar mi recurso y mi obra para dar a conocer sus creaciones a veces desconocida por los medios”, enfatizó.
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