Concedemos una gran importancia a la solución la crisis que atraviesa Zimbabwe por su deuda externa, declaró el embajador aquí del gigante asiático, Zhou Ding, al anunciar la decisión de su país, recogida con profusión por la prensa.
Estadísticas oficiales cifran en 12 mil 700 millones de dólares la deuda externa zimbabwe y en cinco mil millones la interna. La suma de ambas cantidades resulta abrumadora para este país en el cual una sequía sin precedentes devasta hace años cultivos, en particular los de té, uno de sus principales rubros exportables, y mata el ganado.
Otras víctimas de la calamidad son los elefantes, uno de los símbolos zimbabwes, un centenar de los cuales murieron en fecha reciente en el Parque Nacional Hwange de Zimbabwe, el mayor del país.
La escasez de lluvias es tal que las icónicas cataratas Victoria, o Musi O Tunya (el estruendo que moja, en lengua autóctona) apenas son una sombra del majestuoso espectáculo de otrora debido al casi imperceptible flujo del río Zambezi que las alimenta.
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