El reinicio de la llamada interdicción aérea está contenido en la resolución legislativa aprobada por el pleno congresal con 73 votos a favor, 30 en contra, de legisladores progresistas, y cuatro abstenciones.
En el debate, el parlamentario José Williams dijo que el acuerdo permitirá que la Fuerza Aérea reciba información satelital de Estados Unidos sobre incursiones de posibles narcoavionetas en territorio peruano.
El derribo de aeronaves intrusas que no se identifiquen o no cumplan las órdenes de aterrizar fue suspendido en 2001, después que una avioneta piloteada por un misionero cristiano estadounidense y su familia fue abatida por un avión de la Fuerza Aérea de Perú y murieron todos los ocupantes.
En el trágico y confuso incidente estuvo involucrado personal de la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), la cual negó su responsabilidad en el luctuoso desenlace y el nuevo convenio incluye la asistencia norteamericana en las operaciones.
El acuerdo implica otros temas referidos a la presencia de Washington en las operaciones antidrogas y fue saludado por la presidenta Dina Boluarte y por el canciller Javier González Olaechea.
Un mensaje de la Presidencia de la República señaló que el acuerdo “facilitará una mayor colaboración entre el Perú y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico” y añade que ello incluye apoyo financiero, datos de radares y asistencia operativa, de capacitación, de inteligencia y logística, entre otras.
Entre quienes votaron en contra, el legislador Guido Bellido planteó que el convenio debería servir para generar empleo y actividades alternativas al cultivo de hoja de coca excedentaria usada por los traficantes.
“¿Cuánto gasto nos va a causar este convenio?, ¿cuánto pondrá la otra parte?”, preguntó Bellido y señaló la necesidad de conocer también los resultados de todo el tiempo que están en Perú funcionarios norteamericanos que participan en la actividad antidrogas y qué resultados han obtenido.
lam/mrs
