Avalado por la Subsecretaria de Inspección del Trabajo (SIT) del Ministerio de Trabajo y Empleo, el estudio indica que solo el año pasado hubo tres 190 rescates, el mayor del período que estableció una marca histórica en términos de pagos de fondos rescisiones y registros.
«En cuanto al número total de liberaciones de los últimos 10 años, la cifra total de rescates de 2014 a 2023 supera los 16 mil. Si incluimos 2013, llega a casi 19 mil trabajadores y trabajadoras», ratificó la SIT.
Precisó que la actuación en el combate contra el flagelo en el país resultó en el pago de 12 millones 877 mil 721,82 de reales (cerca de tres millones de dólares) en presupuestos salariales y rescisiones a los rescatados por la fiscalización laboral en el último año.
A modo de comparación, especificó, en 2022 dos mil 587 trabajadores fueron encontrados y rescatados por la Fiscalización del Trabajo, en 531 acciones realizadas, con pago de 10 millones 451 mil 795,38 reales (un poco más de dos millones de dólares) en indemnizaciones laborales.
Tal pago implantó récord histórico, pero fue suplantado por los resultados de 2023.
El sitio señala que las operaciones son coordinadas por la Inspección del Trabajo en colaboración con el Ministerio Público del Trabajo, las policías Federal y Vial, el Ministerio Público Federal y la Defensoría Pública de la Unión, entre otras instituciones.
La coordinadora nacional del Grupo de Trabajo de Combate a la Esclavitud Contemporánea, Izabela Vieira, reveló que más del 90 por ciento de los rescatados por trabajo análogo a la esclavitud eran hombres, con edades entre 18 y 30 años, y se autodeclararon negros.
«Gran parte de ellos nació en el nordeste y salió de su respectiva ciudad en busca de trabajo. En cuanto a la escolaridad, la mayoría no concluyó el quinto año de la enseñanza primaria y hubo también casos de personas que no poseían ninguna escolaridad formal», apuntó.
Vieira certificó además que la crisis social postpandemia de la Covid-19 contribuyó al aumento de la pobreza, llevando a muchos trabajadores a aceptar condiciones degradantes a cambio de sustento.
R7 alerta que, a pesar de la abolición formal en Brasil de la esclavitud en 1888, persisten formas de explotación que niegan la libertad y la dignidad humana.
El Código Penal prevé castigos para esas situaciones, conocidas como trabajo esclavo contemporáneo, que incluyen trabajo forzado, servidumbre por deuda, condiciones degradantes y jornada exhaustiva. mem/ocs